Mis diagnósticos me hicieron dudar de mi cuerpo

Cuando se me hizo el diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico (SOP) y resistencia a la insulina (RI) yo ya tenía un año o año y medio en mi proceso de dejar las dietas y cambiarme a un enfoque no centrado en el peso. Creía que ya había entendido e interiorizado que el peso no era importante para mi persona y mi práctica médica. Que no importaba el diagnóstico, bajar de peso no era una sugerencia válida para ninguno de mis pacientes y claro para mi tampoco.
A pesar de que soy médico, casi siempre intento que mis diagnósticos y tratamientos los haga algún otro médico en la cual confíe. Empecé a tener amenorreas (ausencia de periodos menstruales) y fue por eso que me empezaron a estudiar, el diagnóstico me lo hizo una excelente médico endocrinóloga, pero enfocada en el peso, que conocía mi nuevo paradigma, pero no estaba de acuerdo con él.
Me dijo: “tienes resistencia a la insulina y SOP, y te voy a decir lo que le diría a cualquier paciente, tienes que bajar tu grasa corporal si quieres mejorar”. Yo ya tenía idea de que iba a decirme esto, creí estar preparada, sin embargo, fue difícil escucharlo. Primero, descubrir el diagnóstico me dio miedo por mi salud, después, saber que lo que se me iba a prescribir era pérdida de peso, empezó a crear en mí mucha resistencia y me sentí con falta de empatía por parte de ella.
Todo esto detonó en mi, viejos sentimientos con respecto a la alimentación, me descubrí pensando que era necesario restringir, “tal vez si disminuyo mi consumo de… y solo como … cuándo…”, pensamientos de que debía controlar mi manera de comer, no para bajar de peso, si no para mantener a raya la evolución de la enfermedad.
Afortunadamente logré frenar esos pensamientos y refugiarme en mis nuevos conocimientos, hacer restricciones me iba a afectar más física y emocionalmente, así que carecía de sentido. También lo platiqué con la nutrióloga que me ayudó a hacer la transición y platicarlo disminuyó la ansiedad. Claro que podía hacer ciertos cambios que me ayudaran, pero restringir no era una solución.
Decidí hacerle caso a la doctora en cuanto a tomar los medicamentos, empezar a hacer mis propios ajustes, basados en los conocimientos nuevos que poseo y cambiar de médico. Cómo mencioné, ella es una excelente profesional, sin embargo, vive en cultura de dieta, y eso no es funcional para mi.
Afortunadamente, me había escrito por Instagram una endocrinóloga no centrada en el peso, y decidí hacer cita con ella. La consulta fue muy diferente, me explicó que seguramente los cambios en mi peso y mi alimentación no habían ayudado a que mi glucosa y mi insulina se mantuvieran estables, sin embargo, esto era normal. No significaba que requiriera perder peso para mejorar mi condición, simplemente un ajuste de medicamentos, en mi alimentación y estilo de vida.
Por otro lado, fui con mi ginecóloga, que, si bien no trabaja en un paradigma no centrado en el peso, no le da tanta importancia. Ella me ayudó con el diagnóstico de SOP y pude seguir mis tratamientos con mucha mayor paz.
Siempre decimos que cuando nos referimos a que no tenemos que bajar de peso como tratamiento de SOP o RI, no estamos diciendo que ciertos cambios de hábitos no beneficien, te quiero mencionar algunos de ellos para que los tengas en cuenta:
Higiene de sueño: dormir bien es muy importante para regular tus hormonas y tu glucosa.
Mover tu cuerpo: el ejercicio de CUALQUIER TIPO ayuda a mejorar los síntomas y signos de las dos enfermedades.
Comer en cantidades suficientes para que no nos baje la glucosa en sangre y tengamos cansancio o muchos antojos.
Combinar los carbohidratos (fruta, cereales) siempre con una fuente de proteínas (pollo, pescado, queso), grasas (aguacate, nueces) o fibra (cereales de grano entero).
Disminuir el estrés con técnicas como la meditación, yoga u otra que te funcione y sea realizable para ti.
Acudir regularmente a tus citas médicas para evaluar que estés estable.
Si te es posible, toma suplementos como omega 3, mioinositol o magnesio. Esto platícalo antes con tu médico o nutrióloga.
Entonces, puse en práctica estas estrategias, me tomé mis medicamentos como se me indicó y los signos empezaron a mejorar.
Dejar las dietas y estar convencida de que ya no iba a hacer una más no significó que no me detonara el tener un diagnóstico que normalmente está muy estigmatizado. Se dice que SOP y RI son enfermedades que se “curan” bajando de peso y que si tienes problemas con ellas, es tu culpa, por no cuidar el número que marca la báscula.
Existen muchos factores por los que una persona que decide dejar atrás la cultura de dietas, en algún momento del camino se sienta tentada a hacer una más, y esto ocurre con mayor facilidad cuando existen estos diagnósticos. Y, ¿cómo no va a ser así si todos los médicos te dicen que tienes que perder peso para estar bien? Además, hay algunos que incluso te regañan por ser tan “irresponsable” y tener el cuerpo que tienes.
Quiero nombrar que es normal que te sientas detonada en situaciones de este tipo. Tener pensamientos sobre adelgazar o hacer dietas cuando te dan un diagnóstico como este o hipertensión o colesterol o triglicéridos altos, hace que las personas sientan miedo y culpa y quieran regresar a conductas restrictivas. Si esto te ocurre, no te quedes con ese miedo, si tienes el privilegio de contar con ayuda, apoyo médico, nutricional o terapéutico no centrado en el peso ¡habla con tu especialista! Desahógate y permite que te den su punto de vista. Si no estás en un proceso con un profesional de la salud, puedes contárselo a alguien con quien te entiendas en estos temas, hablarlo ayuda a recuperar el centro. Otra opción es buscar literatura, blogs, podcast o redes que hablen sobre cómo no es verdad que el peso sea determinante en el desarrollo de estos padecimientos, y te ayuden con otra perspectiva con respecto a ellos.
Espero que mi experiencia te ayude a sentirte mejor con respecto a tus padecimientos.
Cuéntame, ¿te ha pasado que tengas algún diagnóstico que te haya hecho querer regresar a hacer dieta? ¿Cómo lo manejaste?
Irasema es médico y Maestra en nutrición clínica. Se especializa en el tratamiento médico-nutricional de enfermedades metabólicas.
Episodios del podcast para complementar:
294 - SOP y resistencia a la insulina
284 - Atención médica libre de gordofobia
278 - Consulta de nutrición no centrada en el peso